lunes, 22 de julio de 2013

No me entra nada, todo lo echo... ¿qué puedo hacer?



Cuando estamos revueltos, nauseosos, no nos apetece comer y si eso es algo que pasa tras cada ciclo de quimioterapia o sesión de radioterapia nos encontramos con que cada vez pesamos menos, tenemos menos fuerzas y, en resumidas cuentas, estamos más débiles para aguantar los tratamientos necesarios para superar el cáncer.

Con frecuencia los pacientes me preguntan en la consulta qué pueden hacer para encontrarse mejor, si existe algún hábito alimenticio, algún "truco", además de los medicamentos (hay muchos antieméticos, con distintos mecanismos de acción), que puedan ayudarles. Por eso hoy, siguiendo con las entradas dedicadas a los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, os hablaré sobre las náuseas y vómitos tan comunes y, a veces, tan difíciles de controlar. 

Como en otras ocasiones, ayudándome de la página del NCI y el enlace de GEPAC, os pondré lo que considero más útil para su manejo de forma no farmacológica. Algunos coinciden con los de las alteraciones del gusto, con el sabor metálico tan característico con algunas quimioterapias.  

1. Realiza 6 comidas ligeras al día en un ambiente tranquilo, con aroma suave, con la ventana abierta para que se ventile la habitación y entre aire fresco. Sírvete la comida en pequeñas cantidades, en plato de postre y mastica muy despacio. Lo de comer varias veces al día porciones pequeñas es algo que siempre se aconseja en estos tratamientos que causan el malestar y la pérdida de apetito. Como te entra poco es lógico que comas menos cada vez pero más veces al día. En cuanto a lo del plato de postre, no lo dije en la otra ocasión, pero así vemos el plato más lleno y quizás nos anime esa sensación de realización tras ver que te has terminado un plato lleno. Comer en una sala ventilada, agradable, también es importante en estos casos donde hay que evitar todo olor o ambiente que te provoque malestar, náuseas...

2. Lávate los dientes y emplea un colutorio bucal sin alcohol tras el vómito. En general enjuagarse antes y después de cada comida es algo útil en este tipo de tratamientos.

3. Chupa polo o rodajas de fruta, caramelos de menta o limón para calmar el estómago y evitar regustos desagradables en la boca, que puedan causarte más náuseas o malestar tras las comidas

4. Bebe a pequeños sorbos cola, caldos, infusiones de manzanilla, menta, anís, azahar, hierba luisa o jengibre y bebidas bicarbonatadas como suero oral.

5. Reposa, sentado o reclinado, sin  llegar a tumbarte, durante 30 minutos - 1 hora tras la ingesta para favorecer una buena digestión, y evitar el reflujjo gastroesofágico. 

6. Potencia los alimentos de fácil digestión, con textura blanda, sabor suave y de preparación sencilla como el yogur, queso fresco, flan, natillas, cuajadas, sorbete de frutas, helado, gelatina, tostadas, galletas, bocadillos, tortilla francesa o huevo duro, pollo, pasta, patata cocida o en puré. También se aconseja comer alimentos secos como galletas o tostadas.

7. Evita la mezcla de texturas, los alimentos muy fríos o muy calientes, beber agua sin acompañarla de alimentos, la leche entera, los alimentos ácidos o picantes, los alimentos con olores fuertes y penetrantes, con aderezos o de difícil digestión, como fritos, pepino, cebolla, ajo, pimiento, coles y repollo. En general, evita las comidas pesadas de difícil digestión.

8. Evita la ropa que te oprima el estómago. Si no tienes apetito, estás revuelto y, encima llevas ropa ajustada, que te oprime el abdomen ¿cómo vas a pretender comer más o tener menos náuseas?

Para mayor información podéis consultar el sumario del PDQ  de la NCI sobre Náuseas y vómitos.