domingo, 17 de agosto de 2014

Cuando empiezas a ver las recidivas


Si buscamos la palabra recidiva en la RAE nos encontramos con:

recidiva.
(Del lat. recidīva, t. f. de -vus, que renace o se renueva).
1. f. Med. Reaparición de una enfermedad algún tiempo después de padecida.

Y es que el cáncer se cura, pero a veces es tan traicionero que, cuando menos te lo esperas, vuelve. Es entonces que te encuentras cara a cara con tu paciente, en mi caso con quien ya llevo más de 2 - 3 años entre el tratamiento y las revisiones, y tienes que decirle que hay que algo no va como nos gustaría y hay que reevaluarlo para ver qué está pasando. De inicio ni tu misma te quieres creer que pueda tratarse de una recidiva del cáncer que se encontraba en respuesta completa hasta hace unos meses, pero sabes que no puedes evitar esa situación, tienes que afrontar lo que parece y hablar con tu paciente.

¡Qué bien se llevan las revisiones cuando todo va bien! Pero las estadísticas están ahí, cada paciente, cada caso, es un mundo y en más de una ocasión tendrás que afrontar las temidas reapariciones del cáncer. Cuando eso suceda cruzarás los dedos porque las pruebas demuestren que, si bien ha reaparecido, todavía se puede ofrecer un buen tratamiento con intención curativa o, si no es curativa, que pueda permitirle vivir bastantes años con una calidad de vida aceptable. Pero, ¿y si no es así?

Confieso que en los seguimientos que he ido haciendo hasta día de hoy no me he encontrado en la situación de tener que decirle que poco más queda por hacer. Mucho se debe a que mis pacientes también están en seguimiento con los urólogos, oncólogos médicos, ORL... y si se ha dado el caso o no me he enterado o me he enterado tarde.

Pero acabo de empezar mi 4º año como adjunta aquí (¡quién me lo iba a decir a mí cuando llegué!) y a más tiempo pase, más probabilidades tendré de encontrarme con algún caso de este tipo. Cuando lo pienso no puedo evitar ese sentimiento de culpabilidad por considerar que si eso sucede es que algo no se ha hecho bien. Sobre todo si se produce una recidiva local (dentro del propio campo de tratamiento). Sé que hay tumores más radiorresistentes o más agresivos pero, cuando eso pasa... ¡uf! Eso sí, al menos me consuela saber que en esos casos suelen existir buenas opciones de tratamiento (incluída la posibilidad de reirradiación)

Como véis esta entrada es una de mis reflexiones "en voz alta" que se debe a que tengo mi primera sospecha de recidiva en un paciente que traté hace dos años. Una recidiva que tengo en pleno diagnóstico y por la que no paro de cruzar los dedos para que tenga buenas opciones de tratamiento. Ya os contaré en cuanto sepa, os lo he dicho muchas veces pero.. ¡gracias por seguir ahí!




lunes, 11 de agosto de 2014

La eterna duda


Estamos en pleno verano, en la primera quincena de agosto y con las vacaciones lo de escribir y leer queda un poco en un segundo o tercer plano, pero no quiero perder la costumbre de actualizar Carpe Diem de cuando en cuando así que hoy os dejo aquí una entrada de KevinMD.com que recomiendo leáis y, si queréis y podéis, me deis vuestra opinión. Se trata de:

Quimioterapia: Dar a un hombre un día más de buena vida

Y es que es cierto que en el cáncer, así como en otras muchas enfermedades, a día de hoy la edad cada vez importa menos. Lo más importante es cómo esté, su estado general, ¿o no habéis visto a personas de 80 que aparentan 60 y viceversa? De ahí la importancia de las escalas de valoración del paciente oncológico. No porque el paciente tenga más de 80 años vamos a dejar de intentar curarlo y sobre eso reflexiona en esa entrada. Mi duda es encontrar el límite cuando sabes que, aunque el paciente tenga un buen estado general y sea un luchador, la probabilidad de curarle es si no nula casi nula y quizás los tratamientos sólo provoquen efectos secundarios que empeoren su calidad de vida. Puede que no pero, ¿y si es así y en vez de ayudarle consigues todo lo contrario? Esa es mi eterna duda.

Para terminar confieso que, intento hablar con ellos de las posibilidades y lo que pueden traer consigo los tratamientos (sus pros y sus contras) pero, si después de escucharme quieren luchar no soy yo quien les cierra la puerta, ¿y si todo sale bien? Os aseguro que eso sí que reconforta, y mucho (aunque lo contrario te hace sentir fatal...)